miércoles, abril 23, 2008

"AHIGE" PROGRAMA GANDHI: Atención Social y Psicológica para Hombres

 
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PROGRAMA GANDHI: Atención Social y Psicológica para Hombres.

 

Desde la Asociación AHIGE hemos querido dar a este proyecto el nombre de GANDHI en referencia a uno de los hombres reconocidos mundialmente como un luchador y un exponente de la no violencia, pero también como una persona que ha escrito, insistido y hablado con pasión a favor de la igualdad y la libertad de la mujer y ha condenado amargamente su esclavitud doméstica, insistiendo en que la mujer debería tener la misma libertad y oportunidad de desarrollo individual que el hombre.

 

Gandhi es un programa profesional, que parte del estudio de los diferentes modelos teóricos y experiencias en el trabajo con varones

Una asociación como Ahige, que persigue la igualdad real entre hombres y mujeres desde el cambio en los hombres, busca y apoya desde sus inicios las iniciativas que concreten estas metas. Desde estos planteamientos nació el Programa Gandhi, buscando dar respuesta a una demanda social de atención a las problemáticas de los hombres.

 

Unas veces desde el grave problema de la violencia, otras desde una  sensación personal de fracaso y desconcierto en distintas áreas de nuestra realidad diaria (trabajo, familia, paternidad, relaciones sociales,...), los varones descubrimos de manera cada vez más clara, que necesitamos unas nuevas claves para afrontar las dificultades que el machismo provoca. Las propuestas que estamos desarrollando tienen que ver con aprender nuevas formas de ser hombre, superar el analfabetismo emocional, renovar la consideración de la mujer y tomar conciencia de nuestra responsabilidad en las relaciones de pareja, de cómo se construyen esas relaciones, si desde la igualdad o desde el poder y la dominación. 

 

Gandhi es un programa profesional, que parte del estudio de los diferentes modelos teóricos y experiencias en el trabajo con varones, y que tiene dos itinerarios de intervención para llevar a cabo los dos objetivos generales:  

1.    Facilitar a los hombres un espacio de autoconocimiento y cambio personal, previniendo situaciones y conductas violentas mediante una intervención integral con perspectiva de género.

2.    Favorecer la convivencia familiar, dotando de herramientas para la comunicación, el equilibrio de la autoestima y habilidades en la resolución de conflictos. 

 

Estos objetivos se concretan con la creación de un servicio de atención para hombres que incluye intervención social y psicológica, con una estructura desde la que profundizar en el estudio de los problemáticas de los varones, especialmente la violencia de género, mantener una estrecha coordinación con instituciones que trabajen con el fenómeno de la violencia de género y facilitar la formación de profesionales para intervenir con hombres desde la perspectiva de género.

 

Los destinatarios del programa son varones en situaciones de crisis y/o que ejercen violencia en la pareja y los requisitos para acceder son la voluntariedad y no padecer enfermedades mentales o adiciones no tratadas.

 

Leer más: http://boletin.ahige.org/index.php?option=com_content&task=view&id=182&Itemid=1

 

 

La Familia

 

Cuando hablamos de la familia la mayor parte de nosotros piensa en un padre, una madre y los hijos, y si me apuras, por aquello de la utopía, en dos hijos, y vamos a idealizar un poco más: un niño y una niña…

 

 Y luego cuando pensamos en otros tipos de familia, generalmente, lo asociamos a anormalidades, por que eso sí, esta familia de la que hemos hablado es la normal, y todo lo que se aparte de este standard es lo anormal, lo patológico, lo erróneo, lo extravagante, lo no adaptativo y por supuesto con montones de secuelas para la prole. Sin embargo, hay que considerar que uno de los hechos más importantes acerca de las instituciones domésticas humanas es que no existe una sola pauta que sea más "natural" que otra (Marvin Harris, Introducción a la Antropología General, "La organización de la vida doméstica"). 

 

Por eso, voy a hacer aquí una exposición de otros tipos de familia que funcionan de similar manera que la familia nuclear o tradicional, con una serie de ventajas y desventajas que también analizaremos. No tenemos espacio ni tiempo para hablar de todos los tipos, aunque enumeraremos algunos. Por ejemplo: la familia extensa; la familia monoparental; la familia monomarental; la familia de acogida; la familia con hijos adoptados; la familia de gays; la familia de lesbianas; la familia donde conviven hijos de diferentes padres; la familia donde se juntan diferentes amigos para poder hacer frente a la difícil economía; la familia donde ha muerto uno de los cónyuges, etc. 

 

Cuando he ido a buscar en el diccionario la definición de familia, me he encontrado varias acepciones, algunas de ellas son: "Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas o en lugares diferentes, y especialmente el formado por el matrimonio y los hijos". "Grupo organizado de personas originado en el matrimonio, que incluye a padres e hijos y a veces a otras personas relacionadas o no por lazos sanguíneos". "La familia es un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya sea consanguíneo, por matrimonio o adopción que viven juntos por un período indefinido de tiempo". Son sólo algunas, por que numerosos autores dan numerosas definiciones del concepto.

 

Uno de los cambios más significativos experimentados por las estructuras familiares en nuestra sociedad actual, en los últimos años, lo constituye el importante incremento del número de hogares compuestos por  un núcleo familiar monoparental. Y aquí entramos en otro mundo de entramados y posibilidades que no podemos abarcar. Millones de niños de todo el mundo se crían en grupos domésticos en los que sólo está presente uno de los progenitores. La forma más frecuente de instituciones domésticas no nucleares con un solo progenitor es aquella en la que la madre está presente y el padre ausente. Se les denomina "unidades domésticas matrifocales". La madre acepta una serie de hombres como compañeros, normalmente uno cada vez. Estos hombres suelen residir en el mismo domicilio durante breves períodos, pero a lo largo de los años puede haber largos intervalos en los que la madre carece de compañero residente. Los estudios más profundos sobre unidades domésticas matrifocales se realizaron en las Antillas por Blake 1961 y M.G. Smith 1966 y R.T. Smith 1973; en Latinoamérica por Adams, 1968; Lewis, 1961 y 1964; entre los negros estadounidenses por Furstenberg 1975, Stack 1974, González 1970; Tanner,1974; concluyendo que no hay nada que pruebe que tales instituciones domésticas sean inherentemente más patológicas, inestables o contrarias a la naturaleza humana que la familia nuclear.  

 

Se puede decir así que existe toda una serie de dimensiones de la monoparentalidad cuya consideración obligaría no sólo a reconstruir el concepto, sino quizás, incluso, a reconsiderar su pertinencia (Carmen Rodríguez Sumaza, 2003, Universidad de Valladolid, Departamento de Sociología y Trabajo Social; y Tomasa Luengo Rodríguez, 2003, Universidad de Valladolid, Departamento de Psicología). Hay todo un conjunto de cuestiones que se plantean en torno a cada uno de los requisitos que vienen siendo habituales en la conceptualización de la monoparentalidad.

 

Por ejemplo: ¿Qué tienen verdaderamente en común una madre soltera adulta madura que buscó la maternidad fuera de la pareja y que goza de un estatus socioeconómico elevado, con una mujer en medio de un proceso complejo de separación y sin recursos económicos ni apoyo de su entorno?. ¿No podría ser ciertamente considerado como monoparental el conjunto formado por un progenitor y sus hijos aunque formen parte de una estructura familiar tradicional  cuando ocurre que el otro progenitor no ejerce funcionalmente como tal? ¿Hasta qué punto es válido hablar de ausencia de un progenitor en el caso de las familias separadas o divorciadas donde ambos cónyuges comparten sus tareas de atención y educación de los hijos aunque éstos convivan la mayor parte del tiempo con uno de ellos? ¿Hasta qué punto podemos también hablar de ausencia de un progenitor cuando el grupo familiar percibe que la ausencia física (sobre todo cuando es temporal) no impide el ejercicio de las funciones de paternidad, o cuando estas funciones las cumple otra persona diferente al progenitor? Cada uno que busque sus respuestas… 

 

Leer más: http://boletin.ahige.org/index.php?option=com_content&task=view&id=176&Itemid=1

 

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